Conjunto de herramientas de participación y empoderamiento para educadoras de la primera infancia

Introducción

La pandemia de COVID-19 ha ayudado a resaltar algo que todas las personas que trabajan en el cuidado y educación de la primera infancia (early care and education, ECE, por su sigla en inglés) siempre han sabido: las educadoras de la primera infancia son el pilar de nuestras comunidades.¹Debido a que la fuerza laboral de ECE está compuesta en su mayoría por mujeres, usamos términos específicos de género femenino. Al mismo tiempo, agradecemos la participación de los educadores de la primera infancia que se identifican como hombres, personas de género no binario o de otra identidad de género. La labor de cuidar y educar a los niños pequeños es difícil intelectual, física y emocionalmente. En todos los Estados Unidos, más de dos millones de personas, la mayoría de ellas mujeres, literalmente ayudan a los cerebros a desarrollarse y aportan a los resultados de toda una vida. Las educadoras de la primera infancia son además fundamentales para la economía, ya que su trabajo permite que muchos padres participen en la fuerza laboral.

Sin embargo, algo más que muchos de nosotros sabemos de sobra es que las trabajadoras del sector de ECE no son inmunes a las desigualdades según el género, clase, raza e idioma, las cuales están entrelazadas con las instituciones y cultura de nuestro país. El menosprecio histórico y dominante del trabajo realizado por las mujeres y personas de color en los Estados Unidos se ha combinado para producir una de las fuerzas laborales peor pagada en el país. La organización y financiación actual del sector de ECE y la ausencia de un sistema de financiación pública presentan graves riesgos para el bienestar de las educadoras, refuerzan las desigualdades entre estas y dificultan los esfuerzos de todos los educadores para facilitar el aprendizaje infantil.

Aunque la experiencia de la pandemia y la exposición de la crisis de cuidado infantil en Estados Unidos han incrementado la atención que recibe la fuerza laboral de ECE, los eventos recientes por sí solos no han sido suficientes para propiciar reformas exhaustivas. El sector de ECE ha sufrido extensas pérdidas de trabajo desde febrero de 2020, lo cual exacerba una crisis de la fuerza laboral que existía mucho antes del comienzo de la pandemia.²Center for the Study of Child Care Employment (CSCCE). (2022, September 6). Child Care Sector Jobs: BLS Analysis. Center for the Study of Child Care Employment, University of California, Berkeley. https://cscce.berkeley.edu/publications/brief/child-care-sector-jobs-bls-analysis/ La recuperación sigue siendo difícil, dado que los salarios permanecen bajos y los índices de pobreza altos entre esta fuerza laboral esencial. Tales condiciones provocan una crisis de dotación de personal en que los proveedores de ECE luchan por competir con empresas como tiendas minoristas y servicios de comida, que ahora pagan salarios de inicio de $15 o más y ofrecen beneficios. Para las personas con un título universitario, las opciones son aún mejores.

La información y los recursos que se incluyen en este conjunto de herramientas están destinados a servir como guías de conversación que pueden usarse en varios entornos.

Información sobre las trabajadoras del cuidado y educación de la primera infancia

Las educadoras de la primera infancia prestan servicios vitales a nuestra comunidad. Estos desarrollan mentes y brindan cuidado y educación que fomentan el aprendizaje y desarrollo de los niños durante el periodo en el que el desarrollo de su cerebro está en su etapa más sensible. Su servicio permite que otros trabajadores hagan su trabajo. Sin embargo, desde hace demasiado tiempo, el trabajo, conocimiento y destrezas de este conjunto de trabajadoras altamente experimentado y capacitado se han visto menospreciados.

• Casi todos las educadoras de la primera infancia (más del 95%) se identifican como mujeres, y muchas son mujeres de color o inmigrantes.
• Más de la mitad de las proveedoras de cuidado infantil basado en sus proprios hogares y un tercio de las maestras líderes en centros de cuidado infantil tienen 16 años o más de experiencia como educadoras.³CSCCE análisis de las encuestas de fuerza laboral de los proveedores en domicilios y el personal docente dentro de centros de National Survey of Early Care and Education al año 2019.
• Las educadoras de la primera infancia son esenciales para el desarrollo de los niños y para dar apoyo a las familias que trabajan y a la economía; no obstante, se les pide que sacrifiquen su propia seguridad económica para realizar esta labor. El pago promedio nacional de las trabajadoras de cuidado infantil⁴Usamos el término “trabajador de cuidado infantil” porque nos basamos en datos específicos de las subcategorías de la fuerza laboral según lo definido y etiquetado por la Oficina de Estadísticas Laborales de los Estados Unidos. es de solo $13.22 por hora.⁵U.S. Bureau of Labor Statistics. (2022). Childcare Workers: Occupational Outlook Handbook. U.S. Bureau of Labor Statistics. https://www.bls.gov/ooh/personal-care-and-service/childcare-workers.htm
• Desde antes de la pandemia, las condiciones de la fuerza laboral del sector de ECE ya eran pésimas:⁶McLean, C., Austin, L.J.E., Whitebook, M., & Olson, K.L. (2021). Early Childhood Workforce Index 2020. Center for the Study of Child Care Employment, University of California, Berkeley. https://cscce.berkeley.edu/workforce-index-2020/
  • Las educadoras de la primera infancia sufrían altos índices de pobreza, con un promedio de índice de pobreza 7.7 veces por encima de los maestros en el sistema del jardín de niños al octavo grado.
  • Incluso a las educadoras de la primera infancia con una licenciatura se les pagaba menos que a las maestras de escuela primaria en cada estado.
  • Muchas educadoras de la primera infancia reportaron que estaban pasando dificultades económicas. Por ejemplo, al 81% de las personas encuestadas en un condado de la Florida les preocupaba poder tener suficiente para pagar las facturas mensuales de su familia y al 78% les preocupaba pagar los costos de vivienda.
• Dadas las duras condiciones económicas, no resulta sorprendente que hayamos perdido más del 9% de la fuerza laboral de cuidado infantil en el transcurso de la pandemia de COVID-19. Para información más actualizada, visite nuestro sitio web donde seguimos la escasez de empleos en el sector de cuidado y educación de la primera infancia.⁷Center for the Study of Child Care Employment (CSCCE). (2022, September 6). Child Care Sector Jobs: BLS Analysis. Center for the Study of Child Care Employment, University of California, Berkeley. https://cscce.berkeley.edu/publications/brief/child-care-sector-jobs-bls-analysis/

Obtenga datos concretos sobre salarios, índices de pobreza y más en el Explorador estatal del 2020 Early Childhood Workforce Index (Índice de la fuerza laboral del sector de la primera infancia de 2020) del CSCCE.⁸McLean, C., Austin, L.J.E., Whitebook, M., & Olson, K.L. (2021). Early Childhood Workforce Index 2020. Center for the Study of Child Care Employment, University of California, Berkeley. https://cscce.berkeley.edu/workforce-index-2020/

Formación y capacitación

Las educadoras de la primera infancia son personas que siguen aprendiendo durante toda su vida y participan de forma regular en oportunidades de aprendizaje formales e informales. Estas dedican una gran cantidad de energía y recursos a participar en actividades de educación y capacitación y refinar sus habilidades durante el transcurso de su trabajo diario con niños. Las educadoras de la primera infancia suelen definirse como “no tradicionales”, ya que muchas son estudiantes universitarios que son las primeras en su familia en ir a la universidad, madres; además muchas de ellas trabajan a tiempo completo, son propietarias de pequeñas empresas, y/o están aprendiendo un segundo idioma.

• Aproximadamente el 75% de las educadoras de la primera infancia han ido a la universidad.
  • Entre el personal docente dentro de centros, el 30% ha obtenido una licenciatura o un título superior, y el 18% ha obtenido un título asociado.
  • Entre las proveedoras de cuidado infantil basado en sus proprios hogares, el 19% ha obtenido una licenciatura o un título superior y el 20% ha obtenido un título asociado.⁹CSCCE análisis de las encuestas de fuerza laboral de los proveedores en domicilios y el personal docente dentro de centros de National Survey of Early Care and Education al año 2019.
• Cuando las educadoras de la primera infancia tienen acceso a recursos y reciben tiempo adecuado, pueden tener aún más éxito en la obtención de títulos universitarios que los estudiantes “tradicionales”. Sin embargo, los sistemas de educación superior a menudo no están diseñados para ayudar a que la fuerza laboral del sector ECE tenga éxito.
  • El profesorado no refleja la diversidad racial, étnica y profesional de la fuerza laboral.
  • El costo está fuera de su alcance o sobrecarga a las educadoras de la primera infancia con deuda estudiantil, en particular dado su bajo salario.
• Los programas de educación superior enfocados a la primera infancia necesitan recursos y estrategias para diversificar los procesos de contratación de profesores, de modo que se contraten profesores de color y personas con experiencia como educadores de la primera infancia, incluida experiencia en entornos de cuidado infantil en centros y en el hogar, así como experiencia con bebés y niños pequeños.

Condiciones laborales

Los entornos laborales de las educadoras de la primera infancia importan.¹⁰Schlieber, M., & McLean, C. (2020, January 21). Educator Work Environments Are Children’s Learning Environments: How and Why They Should Be Improved. Center for the Study of Child Care Employment, University of California, Berkeley. https://cscce.berkeley.edu/blog/educator-work-environments-are-childrens-learning-environments-how-and-why-they-should-be-improved/ Todos niños dependen de educadores que no solo estén capacitados, sino que también reciban apoyo para su bienestar y sus necesidades. Al igual que cualquier otro profesional, necesitan beneficios que incluyan ausencias por enfermedad y vacaciones pagadas, acceso a ahorros para la jubilación y tiempo y dotación de personal suficientes para hacer su trabajo. Sin embargo, el sistema actual del sector de ECE perjudica la humanidad y la dignidad de las educadoras al impedirles el acceso a estas necesidades básicas.

• La realidad es que la mayoría de los programas sufren de una grave escasez de recursos. Encuestas de la fuerza laboral del sector de ECE de todo el país muestran que un número demasiado alto de educadoras se enfrenta a apoyo insuficiente para la enseñanza, lo cual afecta la calidad de los programas y les impide su capacidad de llevar a cabo su práctica. Por ejemplo:
  • El 45% del personal docente encuestado en California reportó que no tenía o no podía depender de tener tiempo de planificación sin estar a cargo de los niños durante sus horas de trabajo pagadas. 
  • El 70% de las educadoras de la primera infancia encuestadas en Minnesota reportó que no había suficiente personal para brindarles atención individual a los niños.
• Las iniciativas de mejoramiento de la calidad en su mayoría han ignorado las condiciones de trabajo de las educadoras. La mayoría de los estados no incluye normas de calidad proporcionadas para las educadoras en sus definiciones de calidad. Por ejemplo, solo 16 estados incluyen tiempo de planificación o de preparación pagado como indicador en su calificación de calidad y sistemas de mejoramiento.¹¹Consulte la sección sobre Work Environment Standards in McLean, C., Austin, L.J.E., Whitebook, M., & Olson, K.L. (2021). Early Childhood Workforce Index 2020. Center for the Study of Child Care Employment, University of California, Berkeley. https://cscce.berkeley.edu/workforce-index-2020/state-policies-to-improve-early-childhood-educator-jobs/early-childhood-educator-workforce-policies/work-environment-standards/

Financiación pública

Los servicios de cuidado y educación de la primera infancia son un bien público que, no obstante, se presta mayormente en un mercado privado en que se espera que los padres paguen el costo total de los servicios. Es como si los padres tuvieran que pagar individualmente el segundo grado en la escuela primaria o como si el salario de la maestra del mismo grado estuviera determinado por lo que los padres pudieran pagar. Es así como opera la gran parte del cuidado y educación de la primera infancia en los Estados Unidos, y este sistema ha fallado a los niños, sus familias y a las educadoras de la primera infancia.

• La mayoría de los programas no pueden pagar el verdadero costo de los servicios y tienen que depender de lo que los padres puedan pagar. Las educadoras terminan subsidiando el sistema con sus bajos salarios y, debido a esto, el 98% de las demás ocupaciones en el país reciben un mayor salario.¹³Gould, E., Whitebook, M., Mokhiber, Z., & Austin, L.J.E. (2020, January 15). Financing Early Educator Quality. Center for the Study of Child Care Employment, University of California, Berkeley. https://cscce.berkeley.edu/publications/report/financing-early-educator-quality-a-values-based-budget-for-every-state/

Para ver los costos aproximados de su estado para un sistema que valore a la fuerza laboral del sector de ECE, consulte el informe del CSCCE Financing Early Educator Quality (Financiación de la calidad en el sector de educadoras de la primera infancia).¹⁵Gould, E., Whitebook, M., Mokhiber, Z., & Austin, L.J.E. (2020, January 15). Financing Early Educator Quality. Center for the Study of Child Care Employment, University of California, Berkeley. https://cscce.berkeley.edu/publications/report/financing-early-educator-quality-a-values-based-budget-for-every-state/

Desigualdades en la fuerza laboral

La fuerza laboral de educadoras de la primera infancia es un grupo con diversidad racial y lingüística, pero esa diversidad no se distribuye equitativamente entre los puestos del campo de ECE. Las mujeres de color aparecen sobrerrepresentadas en los puestos con los salarios más bajos, a la vez que representan un número muy bajo de los puestos de liderazgo, y con frecuencia reciben un salario desigual por el mismo trabajo.

• Dentro de la fuerza laboral del sector de ECE, existen desigualdades con base en la raza y el grupo de edad de los niños a los que se enseña. Las mujeres y educadoras de raza negra que trabajan exclusivamente con bebés y niños pequeños se enfrentan a las más graves dificultades económicas; a estas se les pagan los salarios más bajos de manera sistemática.¹⁶Austin, L.J.E., Edwards, B., & Whitebook, M. (2019, December 19). Racial Wage Gaps in Early Education Employment. Center for the Study of Child Care Employment, University of California, Berkeley. https://cscce.berkeley.edu/publications/brief/racial-wage-gaps-in-early-education-employment/
  • Entre las maestras que trabajan en centros, a las que trabajan a tiempo completo exclusivamente con bebés y niños pequeños se les pagan $8,375 menos al año que a las que trabajan con niños en edad preescolar. Esta sanción salarial se mantiene en cada nivel de educación. Incluso las maestras con licenciatura o con títulos superiores ganan menos cuando trabajan con bebés y niños pequeños, en comparación con las que trabajan con niños en edad preescolar.
  • Las educadoras de raza negra en la fuerza laboral se ven desproporcionalmente afectadas por esta sanción salarial por enseñar a niños más pequeños, ya que tienen más probabilidades de trabajar con bebés y niños pequeños que sus pares; el 52% de las maestras de raza negra trabajan con bebés y niños pequeños, frente al 43% de las educadoras de la primera infancia en general.
  • A las educadoras de raza negra se les paga, en promedio, $0.78 menos por hora que a las educadoras de la primera infancia de raza blanca. Esta brecha se amplía entre las educadoras de raza negra que trabajan con niños en edad preescolar; a estas se les paga $1.71 menos por hora en comparación con sus pares de raza blanca que enseñan a niños en edad preescolar.

Sistema de datos de la fuerza laboral

La ausencia de un buen sistema de datos del sector de ECE permite que las anécdotas y los prejuicios impulsen las decisiones sobre las políticas. La falta de un sistema de datos consistente y de alta calidad sobre el sector de ECE es indicador de la desvalorización de esta fuerza laboral. El desarrollo de un sistema de datos de la fuerza laboral robusto y bien financiado es un paso importante para identificar y remediar las disparidades y desigualdades que enfrentan las educadoras de la primera infancia.

• Un buen sistema de datos de la fuerza laboral requiere un plan integral y la financiación adecuada a efectos de:
  • incluir a todas las integrantes de la fuerza laboral de ECE empleadas en escuelas y espacios de cuidado infantil en centros y en domicilios;
  • recopilar datos cuantitativos y cualitativos de las educadoras de la primera infancia;
  • ser lo suficientemente abarcador para identificar las desigualdades en áreas tales como la remuneración y el nivel educativo;
  • analizar y difundir los datos e informes sobre el estado económico y bienestar de la fuerza laboral del sector de ECE, y
  • evaluar el impacto de las decisiones sobre políticas y financiación en las educadoras de la primera infancia.

Poder de las maestras

Las educadoras de la primera infancia son influyentes cuando usan su poder colectivo para fomentar políticas públicas que apoyen su bienestar y eficacia profesionales.

• Las educadoras de la primera infancia tienen un extenso historial de organizarse y forjar poder colectivo.¹⁷Center for the Study of Child Care Employment (CSCCE). (n.d.) Activist Movements. Early Childhood History, Organizing, Ethos, and Strategy (ECHOES) project. Center for the Study of Child Care Employment, University of California, Berkeley. https://cscce.berkeley.edu/projects/echoes/activist-movements/ Un gran ejemplo es la Worthy Wage Campaign (Campaña de Salario Justo), un esfuerzo de base comunitaria para empoderar y movilizar a las educadoras para invertir la crisis de dotación de personal en el cuidado infantil en la década de 1990.¹⁸Whitebook, M. (2001). Working for Worthy Wages: The Child Care Compensation Movement, 1970-2001. Center for the Study of Child Care Employment, University of California, Berkeley. https://cscce.berkeley.edu/publications/report/working-for-worthy-wages-the-child-care-compensation-movement-1970-2001/ Esta se organizó en torno a los siguientes tres objetivos:¹⁹Center for the Study of Child Care Employment (CSCCE). (n.d.) Compilation of Child Care Employee News clips, 1992-1993. Early Childhood History, Organizing, Ethos, and Strategy (ECHOES) project. Center for the Study of Child Care Employment, University of California, Berkeley. https://cscce.berkeley.edu/wp-content/uploads/2022/06/1992-v.-11_2-Spring-What-is-the-Worthy-Wage-Campaign-Combined-file.pdf
  • crear una sola voz para las inquietudes de la fuerza laboral del sector de ECE a nivel nacional, estatal y local;
  • incrementar el valor y respeto para las personas que brindan cuidado y educación de la primera infancia por medio de mejoras a sus salarios, beneficios, condiciones laborales y oportunidades de capacitación, y
  • promover la accesibilidad y rentabilidad económica de opciones de cuidado y educación de la primera infancia que satisfagan las necesidades diversas de los niños y sus familias.
• El legado del poder de las maestras continúa hoy en día.
  • En el verano de 2021 en Washington, D.C., los esfuerzos llevados a cabo por la Under 3 DC Coalition (under3dc.org), una coalición de padres, educadoras de la primera infancia, defensores, organizaciones de base comunitaria y profesionales de la salud, condujeron a una inversión pública de $75 millones que el distrito utilizará para financiar públicamente aumentos en el pago de las educadoras de la primera infancia de al menos $10,000 al año por educador.²⁰Bowman, J. (2021, September 15). Budget Recap: The FY22 Budget Increases Investments in Birth-to-Three and Advances Pay Equity for Thousands of Early Childhood Educators. Under 3 DC. https://under3dc.org/budget-recap-the-fy22-budget-increases-investments-in-birth-to-three-and-advances-pay-equity-for-thousands-of-early-childhood-educators/
  • En 2022, la North Carolina Early Education Coalition (ncearlyeducationcoalition.org) convino el primero de tres grupos anuales de la Early Educator Advocacy Academy (Academia de Defensa de Educadores de la Primera Infancia) para 100 educadores de la primera infancia en todo el estado. Los participantes de la Advocacy Academy reciben membresías en organizaciones profesionales, un estipendio de $150 por su tiempo, así como capacitación que les brinda contexto sobre las desigualdades y el racismo sistémico que existen en los Estados Unidos y capacitación sobre la defensa de sus derechos.

SOLUCIONES – Poder de las maestras

Estos ejemplos de activismo demuestran la influencia e importancia de las educadoras de la primera infancia cuando se unen para abogar por su propio bien. A efectos de facilitar la organización y la formación del poder colectivo, las educadoras de la primera infancia necesitan:

• espacios seguros y solidarios para compartir sus experiencias, colaborar y forjar alianzas entre sí;
• recursos en forma de datos sobre el sector de ECE y orientación sobre defensa de sus derechos y organización;
• acceso a espacios de formulación de políticas para garantizar que se dé prioridad a sus perspectivas en las decisiones que se toman y que afectan al sector y a la fuerza laboral de ECE, y
• remuneración por sus aportaciones y participación en actividades como capacitaciones y grupos de trabajo.

Explore el sitio web de ECHOES (cscce.berkeley.edu/projects/echoes), un proyecto del CSCCE que conecta al sector de ECE de hoy en día con su historia y activismo.

Próximos pasos

Las educadoras de la primera infancia tienen un papel central para ayudar a los líderes de políticas y partes interesadas a entender los problemas del sistema de cuidado y educación de la primera infancia e identificar soluciones viables. Existe una apremiante necesidad de centrar a la fuerza laboral del sector de ECE en las conversaciones en todos los niveles de gobierno sobre las políticas en respuesta a la crisis de cuidado infantil a la que nos enfrentamos. La información compartida en este conjunto de herramientas podría usarse de varias maneras, incluidas las siguientes:

• en entornos grupales de educadoras de la primera infancia como forma de forjar un entendimiento compartido y alianzas;
• en conversaciones con organizaciones de defensa de derechos para identificar las necesidades y deseos de la fuerza laboral del sector de ECE, y
• en espacios de formulación de políticas (reuniones de concejos municipales, reuniones estatales, etc.) a fin de respaldar las narrativas personales y experiencias anecdóticas con la esperanza de presionar a favor de soluciones sistémicas en el cuidado y educación de la primera infancia y la justicia social para las educadoras de la primera infancia.